martes, 12 de mayo de 2009

Sexta lectura

La precariedad laboral y su incidencia en las políticas sociales de la V República: Una mirada especial a las misiones.
La precariedad en America Latina es un fenómeno que existe desde hace años atras, el mismo a sido definido desde varios puntos de vista.
El fenómeno de precariedad laboral abarca mucho más que la desprotección del empleo, está también asociado en desmejoras en las condiciones salariales y de trabajo ante situaciones de exclusión y vulnerabilidad creciente en que se encuentra los trabajadores. Tanto la informalidad como la precariedad giran en torno a los trabajadores que no cumplen con las formalidades propias establecidas en la lejislación.
En Venezuela al igual que otros países de la región, se evidencia notas de precariedad, ya que los trabajadores prestan sus servicios sin ninguna regulación normativa y desprovisto de seguridad social, al igual se observa salarios por debajo del mínimo legal.
Sin embargo, el aumento progresivo que la informalidad y desocupación abierta ha registrado en el país en las útimas décadas además de ser la más alta según la OTI en America Latina, a conducido al gobierno a crear fuentes de empleo que permita la reactivación del aparato reproductivo, sobre todo en el sector formal que muestra signos de agotamiento y desinversión.
La política desarrollada durante el gobierno actual, a girado en torno a dos iniciativas. La primera las gencias Sociales y el Proyecto de Bolívar 2000 el cúal incluia: Agenda de habitát y Vivienda, Agenda de Organización Social, Agenda de Ingresos, Agenda de Emergencia, Agenda de Inclusión Social y Agenda Familiar. La segunada las misiones que tienen como misión incorporar a la población excluida a los sectores productivos de la sociedad, aquellos que no han tenido acceso a la educación media y universitaria por razones como aislamiento geográfico y bajos recursos económicos. Otras iniciativas han sido las escuelas Bolivarianas, El Banco de la mujer, El Banco del Pueblo y el Fondo único social.
Es innegable que las misiones cumplen una función social de inclusión pero no garantizan las mejoras de las condiciones laborales de los venezolanos. Una muestra de precariedad laboral la vemos en aquellos facilitadores y voluntarios de cada una de las misiones, ya que los salrios no son ni siguiera equiparables a los salarios mínimos, ni satisface los requerimientos de la cesta básica.

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